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Según el informe Statistical Review of World Energy, la demanda mundial de combustibles fósiles sigue siendo dominante, representando el 82% del consumo de energía global en 2022. Este elevado consumo ha generado serias repercusiones ambientales, lo que ha impulsado a la comunidad científica a buscar alternativas más eficientes y sostenibles.
“El desafío actual es reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles mediante la adopción de tecnologías limpias y eficientes. El avance en energías renovables y el uso de herramientas como la inteligencia artificial son fundamentales para hacer esa transición de manera sostenible”, señaló Patricia Paulet, subdirectora académica de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de IDAT.
En el marco del Día Mundial del Ahorro de Energía, la especialista señala cuatro tecnologías clave que influirán en el futuro del ahorro energético a nivel global.
1. Inteligencia Artificial (IA) en el sector energético
La inteligencia artificial (IA) está desempeñando un papel cada vez más importante en la gestión eficiente de los recursos energéticos. Esta tecnología permite una supervisión precisa, proporcionando información valiosa sobre la disponibilidad de recursos y la eficiencia de las centrales eléctricas. Por ejemplo, en el sector hidroeléctrico, la IA facilita cálculos más exactos de los caudales de agua, lo que optimiza la producción y reduce las pérdidas.
2. Redes eléctricas inteligentes (Smart Grids)
Las redes eléctricas inteligentes, o Smart Grids, están revolucionando la manera en que se distribuye la energía. Estas redes utilizan tecnología digital para gestionar de forma eficiente el flujo de electricidad, integrando la comunicación bidireccional entre proveedores y consumidores. La automatización y el uso de medidores inteligentes permiten una supervisión en tiempo real que, además de optimizar el consumo energético, facilita la integración de fuentes de energía renovable. Esto tiene un impacto directo en la reducción de emisiones de CO2 a nivel global.
Muñoz señala: “Las Smart Grids están diseñadas para adaptarse al crecimiento de la energía renovable y serán esenciales para reducir la dependencia de combustibles fósiles en las próximas décadas. Esta transición requiere la modernización de la infraestructura eléctrica en países como el Perú, donde la demanda sigue en aumento”.
3. Energía solar: una apuesta hacia el futuro
La energía solar fotovoltaica está ganando terreno rápidamente como una de las principales fuentes de electricidad a nivel mundial. Los avances tecnológicos en la fabricación de paneles solares, junto con la reducción de los costos de producción, están impulsando su competitividad en el mercado energético. Se espera que para el 2050 la energía solar se convierta en la principal fuente de electricidad, según un estudio de Nature Communications. Esto no solo representa una oportunidad para reducir las emisiones de carbono, sino también para democratizar el acceso a la energía en zonas rurales y remotas.
4. Iluminación LED: una solución sostenible
La iluminación LED se ha consolidado como una de las tecnologías más eficientes y sostenibles en el ámbito del ahorro energético. Su vida útil, que puede alcanzar entre 20,000 y 50,000 horas, supera ampliamente la de las bombillas tradicionales, como las incandescentes o halógenas. Además de su durabilidad, los LEDs no contienen mercurio ni emiten rayos UV, lo que los convierte en una opción respetuosa con el medio ambiente. La adopción masiva de esta tecnología está ayudando a reducir el consumo de energía en hogares y empresas, siendo una de las soluciones más efectivas para combatir el cambio climático.
En conjunto, estas tecnologías están remodelando el panorama energético global, ofreciendo soluciones innovadoras que permiten una transición hacia un modelo más sostenible. La inteligencia artificial, las redes inteligentes, la energía solar y la iluminación LED no solo optimizan el uso de los recursos, sino que también son fundamentales para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, un desafío crítico en la lucha contra el calentamiento global.
