Depresión, falta de sueño, pesadillas y hasta baja autoestima son algunas de las causas de una cultura del trabajo deficiente. El trabajo en equipo y la modalidad híbrida, mejores escenarios para contrarrestar estos efectos.
Llega fin de año y los trabajadores salen a disfrutar de unas merecidas vacaciones. Es una oportunidad para analizar si continuarán en ese mismo empleo, o si buscarán mejores oportunidades.
Evaluar cómo se sienten y qué motivaciones y deseos tienen como empleados es una de las reflexiones clave en esta temporada. Y uno de los factores para pensar al respecto es, seguramente, su bienestar mental y emocional luego de un año de trabajo arduo. ¿Qué tanto los afectó la vida laboral en este aspecto?
El más reciente estudio de Sapien Labs, organización sin fines de lucro que busca comprender la mente humana, titulado «Cultura del trabajo y bienestar mental, dentro de su Global Mind Project, detalla cómo el trabajo afecta directamente en la salud mental de las personas y qué condiciones son las que más inciden en esto.
«Los hallazgos muestran que nuestra vida laboral es tan personal e influyente en nuestro bienestar mental como nuestra vida familiar y social», indica Tara Thiagarajan, Ph.D., fundadora y científica en jefe de Sapien Labs. «Las relaciones y el sentido de propósito que encontramos —o dejamos de encontrar— en el trabajo son tan cruciales para nuestro bienestar mental como nuestras relaciones en el ámbito personal».
El estudio recolectó experiencias de 54,831 empleados con acceso a Internet en 65 países, entre ellos Perú, para explorar diversos aspectos de la cultura y estructura laboral y entender cómo se relacionan con el bienestar mental, definido con variables que miden la capacidad para enfrentar los desafíos de la vida y funcionar de manera productiva.
Modalidades de trabajo y salud mental
El estudio de Sapien Labs analizó varios efectos que tienen las diferentes modalidades de trabajo que existen actualmente. El estrés, la baja motivación, incluso la depresión, se presentan en menor o mayor medida dependiendo de cómo trabajan las personas.
Teletrabajo vs. presencialidad: quienes trabajan en remoto mostraron un menor bienestar mental. Estos tenían mayores probabilidades de experimentar tristeza, desesperanza, episodios de confusión, pensamientos extraños, obsesivos no deseados y desconexión de la realidad.
Los que trabajan en modalidad 100% presencial obtuvieron mejores resultados en su bienestar mental. Sin embargo, aquellos que trabajan en modo híbrido —una muy pequeña parte de la muestra— obtuvieron un mejor bienestar mental.
Trabajo en equipo vs. en solitario: Estar rodeado de colegas reportó un mayor bienestar mental que trabajar en solitario. Quienes hacían parte de equipos de 15 o más personas, por ejemplo, obtuvieron mejores resultados que los que trabajan en equipos pequeños, una correlación notablemente más fuerte en América Latina que en otros territorios como Norteamérica y Europa.
Trabajo flexible vs. relaciones interpersonales: Aunque la flexibilidad laboral es uno de los grandes valores que buscan los trabajadores actualmente, el estudio de Sapien encontró que esta no afecta tanto la salud mental de los trabajadores como tener buenas relaciones en el trabajo.
Los datos muestran que una mayor flexibilidad y menos carga laboral no compensan las malas relaciones con los colegas y el sentido de pertenencia con el trabajo realizado. En cambio, aquellos que señalaron tener mayor carga laboral, pero buenas relaciones con sus colegas, obtuvieron mayor bienestar mental. De ahí a que se concluya que las personas están menos afectadas por cargas de trabajo más altas y la falta de flexibilidad en el tiempo cuando tienen buenas relaciones con sus colegas y sienten orgullo y propósito por lo que hacen.
Es importante recalcar que a pesar de estos resultados, la carga de trabajo no es un problema menor. Un exceso de responsabilidades puede generar rutinas de sueño deficientes, disminución del autoestima, problemas en la regulación del apetito e, incluso, pesadillas.
El factor humano es esencial para un buen clima laboral
En los últimos años, la urgencia por atender las implicaciones mentales del trabajo, especialmente en los más jóvenes, ha popularizado algunas dinámicas en las empresas, como terapias y apps de mindfulness, pero estudios de EE.UU y Reino Unidos ya se ha demostrado que no funcionan como de espera por parte de los empleadores.
Según lo señala el estudio de Sapien Labs, la construcción de relaciones y equipos sólidos no se logra espontáneamente, sino que se debe cultivar con intención. El sentido de pertenencia y propósito son creencias que se refuerzan tanto a nivel individual como colectivamente, y depende fuertemente tanto de cómo estrechamos lazos como equipo como de la posibilidad de tener tiempos suficientes de descanso y recuperación para fortalecer la capacidad mental necesaria para un alto rendimiento, como si de un equipo deportivo se tratara.
«Como seres humanos, lo que necesitamos para prosperar no es ocio ni conveniencia», señala el reporte. «Más bien, buscamos sentido, conexiones con los demás y un sentimiento de ser valorados de manera humana, incluso si esto implica trabajar más o con menos flexibilidad».
Compromisos de las empresas para mejorar la salud mental de los empleados
Más allá de implementar estrategias instantáneas para mejorar la salud mental en el trabajo, se debe ir a la raíz e identificar las causas reales de los desafíos de salud mental que enfrentan los empleados. De esta manera, las estrategias que se implementen en las organizaciones serán más estratégicas y permitirán comprender qué papel juegan en la mitigación de estos desafíos.
«Si hay una directriz clara que surge de estos datos para las organizaciones comprometidas con el bienestar y el rendimiento de sus empleados, es que deben enfocarse en cómo unir a las personas en equipos efectivos con cargas de trabajo manejables y un sentido claro de pertenencia y propósito», concluyen los expertos de Sapien Labs.