febrero 4, 2025
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Conoce la importancia de las columnas y vigas para una vivienda

Las cifras son alarmantes. Tres de cada cuatro viviendas que se construyen en el país son informales, según la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios del Perú. El colapso y el riesgo de las casas están relacionados a cómo fueron construidas. Por ello, es imprescindible explicar la importancia de los principales elementos estructurales que las componen.

Así, las columnas son las estructuras verticales que soportan la carga de una construcción, mientras que las vigas las conectan con los muros. A la unión de estas dos piezas se le denomina albañilería confinada. De esta forma, una casa con columnas y vigas proyectadas por un ingeniero especialista se convierte en una casa segura.

Lamentablemente, cada año se edifican 30 mil viviendas informales en el Perú, según la Cámara Peruana de Construcción (Capeco) y dicha informalidad tiene su génesis en la planificación del proyecto inmobiliario.

Sin una guía es imposible construir una casa sismorresistente y parte de la informalidad radica en no respetar la norma técnica E.070 del Reglamento Nacional de Edificaciones, en cuyo apartado de albañilería se señala que toda construcción debe contemplar elementos estructurales, como columnas y vigas, desde el diseño de los planos.

Esta informalidad incluso hace caso omiso a la variedad de materiales con los que se puede levantar una casa segura. Y es que si bien en el Perú predomina la construcción de columnas y vigas de concreto, también existen de piedra, acero, madera, mármol y hasta de drywall. “El tamaño y el grosor dependerán mucho del tipo de suelo y de la carga a soportar que se ha planificado”, dice el ingeniero Felipe García Bedoya, catedrático de la UPC, quien remarca que ese proceso debe ser encabezado por profesionales expertos en el rubro.

Reparar una vivienda informal puede representar el 100% del costo que se invirtió en construirla, según Capeco.

Para evitar sobrecostos y edificaciones peligrosas, la construcción de columnas y vigas debe ser liderada por un ingeniero civil y ejecutada por un maestro de obras. Lamentablemente, en muchas ocasiones se deja de contratar a profesionales de la construcción con el propósito de ahorrar. Según Capeco, una vivienda mal construida genera un gasto de 40% más que una casa bien edificada. Y es que una casa mal hecha va a demandar, a mediano plazo, reparaciones o reforzamientos.

Para combatir esto, el Gobierno cuenta con un bono de reforzamiento que se ha activado en zonas específicas del Perú. Dicha ayuda consiste en el fortalecimiento estructural de solo una habitación de la casa elegida, con la finalidad de que ese espacio se vuelva un refugio en caso de sismo.

Uno de los requisitos para acceder a este beneficio es pertenecer al nivel socioeconómico pobre o pobre extremo. Debido a los desastres naturales del 2017, este año la zona de prioridad para entregar los bonos, equivalentes a 15 mil soles cada uno, ha sido la región Piura. Por suerte, el año pasado también se pudieron entregar en 12 distritos de Lima.

Para Ricardo Arbulú, presidente del Instituto de la Construcción y Desarrollo de Capeco, la cifra que se invierte en subsidios para combatir la autoconstrucción en el Perú es aún muy baja respecto a la región: solo US$ 175 millones al año. La idea es triplicar esa inversión.

Sucede que solo en Lima Metropolitana y la Provincia Constitucional del Callao, 1’770.121 personas habitan en un total de 439.558 viviendas en riesgo, de acuerdo con un estudio realizado por el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred). La informalidad en el sector construcción, sin embargo, también se ha instalado en varias ciudades del Perú.

El ingeniero Miguel Estrada, director ejecutivo de Sencico, asegura que para reducir las construcciones informales “hace falta reforzar el trabajo de fiscalización en las municipalidades o Gobiernos locales”.

Los inspectores municipales, que deben ser ingenieros civiles o arquitectos colegiados, son los llamados a hacer respetar el Reglamento Nacional de Edificaciones. Lamentablemente, muchas comunas contratan a muy pocos profesionales especializados. Solo ellos pueden supervisar si, por ejemplo, el maestro de obras está construyendo adecuadamente una columna de concreto armado.

Una vivienda reforzada con columnas y vigas tiene muchas probabilidades de resistir un terremoto. La pregunta es cuántos de los peruanos acataremos la norma de construcción sismorresistente. Para el ingeniero Hernando Tavera, presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú, “el sismo no es el culpable del desastre que se produce en las ciudades, sino las personas”. No vivamos al límite y acudamos a los expertos.

Fuente: EL COMERCIO.

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