Las entidades financieras están incrementado el uso de líneas de crédito del exterior a su mayor ritmo de los últimos cuatro años.
Con la irrupción de la pandemia y el cierre de la economía, además de la introducción de programas de financiación con garantía estatal como Reactiva Perú, las instituciones prestamistas redujeron el uso de las líneas externas. Pero ahora retoman el uso de estos fondos pese a que las tasas de interés en los mercados internacionales se elevaron por las políticas monetarias restrictivas de los bancos centrales.
Así, en diciembre último la contratación de estas líneas repuntó en US$ 753 millones. Las de corto plazo crecieron en US$ 351 millones, mientras que las de mediano y largo plazo, en US$ 402 millones, según datos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
Con ello, el monto acumulado de estos pasivos por parte de la banca representa ahora el 13.7% de los créditos otorgados, porcentaje que es el mayor desde el 2019.
La utilización de estas líneas aumenta a medida que las entidades financieras requieren de más fondos para fortalecer su patrimonio y continuar colocando préstamos al público, explica el docente de Finanzas de Esan, Walter Leyva.
¿A qué destinan los bancos peruanos las líneas de crédito del exterior?
Hay dos tipos de líneas de fondeo externo que usa el sistema financiero peruano. Una corresponde a las deudas subordinadas, que permiten a las instituciones financieras reforzar su patrimonio, detalla el experto.
La necesidad de estos fondos se hace más palpable este año, pues el sistema financiero se debe adecuar a las exigencias de capital de Basilea III. Una de las formas de fortalecerse patrimonialmente es a través de las líneas subordinadas, con fondos internacionales y de Cofide, refiere Leyva.
Adicionalmente, las líneas del exterior proveen de fondos que la banca utiliza para colocar créditos. Estos recursos son aún más necesarios para algunas instituciones prestamistas que acusaron una disminución gradual de las cuentas de ahorro y que, por tanto, requieren liquidez, señala el economista.
Costo de las líneas de crédito del exterior que toman los bancos
Las líneas de crédito del exterior, asimismo, permiten mejorar el calce de plazos de la banca, en sus operaciones de financiamiento y captación de depósitos.
Si bien el costo de esas líneas subió siguiendo la tendencia de las tasas de interés de los bancos centrales, ello es más que compensado si las entidades financieras prestan a sus clientes a una tasa más elevada, afirma Leyva. Así, una entidad fnanciera mediana podría acceder a una línea del exterior con tasa de interés de 10%, pero esos mismos fondos los puede luego prestar a 40%, en cuyo caso quedará un margen de ganancia para ese banco, incluso si se descuentan costos operativos y de riesgo asociado al crédito que coloca al público.
Los adeudados –como también se conoce a las mencionadas líneas- se destinan a financiamiento verde, es decir, al orientado a pequeñas empresas en sectores que no perjudican el medio ambiente, o que operan en zonas periurbana, tienen consideraciones de género o criterios ESG.
Pero también son usadas por la banca para fondear operaciones de comercio exterior, y a sectores específicos como el industrial, pesquero o agrícola, según el especialista de Esan.
Fuente: GESTIÓN