La carretera Interoceánica Norte, y los tramos II, III y IV de la Interoceánica Sur le vienen costando al país, desde la iniciación del proyecto, más de US$4.500 millones, convirtiéndola en la obra de infraestructura vial más costosa del país.
A pesar de las observaciones hechas por la Contraloría de la República en 2005 por haber obviado normas indispensables de contratación pública, durante la gestión de Alejandro Toledo se puso en marcha la megaobra de casi 2 mil kilómetros de carretera, presupuestada en un inicio en poco más de US$1.000 millones en total.
No obstante, según reveló el programa dominical “Cuarto poder”, la inversión realizada por esta obra crecerá todavía más durante otras tres gestiones presidenciales, pues el contrato de concesión que firmaron el líder de Perú Posible y las empresas brasileñas que se adjudicaron la obra dura 25 años.
Vale anotar que el dinero que se seguirá expendiendo para el proyecto —que se le adjudicó a Odebrecht, Camargo Correa, Andrade Gutiérrez, Queiroz Galvao y las peruanas Graña y Montero, JJC Contratistas e Ingenieros Civiles y Contratistas Generales— seguirá saliendo del presupuesto del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
Un documento de Provías Nacional, entidad del MTC responsable de la obra, daría fe de la cuantiosa inversión realizada por el Estado peruano.
En más de cien páginas, el informe elaborado durante la gestión de Raúl Torres Trujillo, quien hasta el mes pasado fue director ejecutivo de Provías Nacional, da cuenta del incremento presupuestal, que justifica los pagos en dos grandes segmentos: US$2 mil millones por inversión de la obra y, el resto, por el mantenimiento de la misma.
Fuente: EL COMERCIO