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La brecha de vivienda en el Perú no se cerrará si el Gobierno no aplica políticas claras de estabilidad y de fomento de la inversión, con muestras de respeto al marco jurídico, económico y político, que generen confianza en los mercados, advirtió la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios del Perú (ADI Perú).
Refirió que una clara muestra del déficit de vivienda en el Perú es que al 2022 existe en un stock de viviendas disponibles de 22 mil unidades, cifra más que insuficiente para cubrir la brecha de vivienda que requiere, por lo menos, de 150 mil viviendas.
“Cada año se forman aproximadamente 150 mil nuevas familias que requieren acomodarse en viviendas de calidad en distintos tamaños y formatos. Sin embargo, el sector formal solo produce –en promedio– 43 mil viviendas al año. Ello significa que existe un déficit cercano a 100 mil familias que terminan accediendo a viviendas informales, viven en espacios hacinados o incurren en autoconstrucción con poco control de las autoridades”, anotó ADI Perú.
Sobre el último punto, indicó que actualmente solo el 7% de la expansión urbana en el país es formal, por esto “la gran mayoría del sector vive los problemas de la informalidad, como la falta de servicios básicos como agua y desagüe”. Detalló que, de acuerdo con un informe de GRADE, los servicios básicos que les llega a las personas que confiaron sus ahorros a tramitadores o invasores de terreno, demoran en llegar a las familias entre 14 a 20 años.
“El Gobierno continúa promoviendo la informalidad en el sector inmobiliario, olvidándose de la rentabilidad social que tanto habla. Nuestras autoridades tienen que corregir el camino de apoyar al sector informal y de autoconstrucción, y fomentar al sector formal de construcción con proyectos masivos y con el fortalecimiento de los programas de financiamiento”, manifestó.
Concentración del déficit habitacional
ADI Perú puntualizó que los problemas de vivienda se aprecian con mayor fuerza en los segmentos C y D, donde se concentra el gran déficit habitacional del país. Consideró que, por ese motivo, la oferta debería concentrarse en los productos Techo Propio (hasta S/ 107,000) y MiVivienda (de S/ 107,000 a S/ 427,600).
Para revertir esa situación, la entidad dijo que es necesario que el Gobierno fortalezca el programa MiVivienda con un mayor presupuesto y con capacidad de gestión. “Este programa requiere de S/ 502 millones adicionales al presupuesto aprobado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para colocar 15 mil Bonos del Buen Pagador y 20 mil Bono de Adquisición de Vivienda”, anotó.
Indicó que esta decisión debe partir del propio Ejecutivo y volverla parte de una política de Estado, pues se requieren señales claras que brinden confianza al mercado en el desarrollo de proyectos de mediano y largo plazo, situación que no ocurre en la actualidad.
“Es necesario un presupuesto multianual. Las autoridades tienen que percibir a los programas de bonos de vivienda como una inversión y no como un gasto. El no contar con recursos definidos para el año genera incertidumbre, aspecto que es el mayor freno para que las personas tengan una vivienda digna”, dijo.
