De acuerdo con los datos otorgados por el último estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 2,7 millones de mujeres en el Perú no ingresan al mercado laboral por ejercer trabajos no remunerados como el cuidado del hogar. Asimismo, las mujeres de estratos socioeconómicos más bajos destinan un 60% más de tiempo a este tipo de labores que aquellas de los estratos más altos.
“Es fundamental redefinir cómo se distribuyen estas tareas y asegurarse de que tanto la familia como el Estado participen en su gestión. Esto no sólo promovería mayor igualdad, sino que también impulsaría la productividad y el desarrollo social”, indicó Milagros Torres, subdirectora de la facultad de negocios de Zegel.
La crisis sanitaria generada por el COVID-19 reveló las fallas estructurales en la organización de los servicios de cuidado en Perú. El impacto fue mayor en las mujeres, quienes componen el 86% de las personas que realizan trabajo de cuidados sin recibir ninguna compensación económica. Alrededor de 2,7 millones de peruanas, por ejemplo, no logran incorporarse al mercado laboral remunerado debido a las responsabilidades de cuidado a tiempo completo, lo que agrava las inequidades de género en el ámbito laboral.
Brecha de género en el tiempo dedicado a cuidados
Las cifras proporcionadas por la OIT señalan una clara desigualdad en el tiempo que hombres y mujeres dedican a las tareas de cuidado. Mientras que las mujeres invierten un promedio de 7,5 horas diarias en estas actividades, los hombres dedican 3,7 horas, lo que representa solo el 46% de la jornada que cumplen las mujeres.
De acuerdo con ONU Mujeres, en algunos países el trabajo no remunerado de las mujeres alcanza un valor que supera el 40% del PBI, destacando el alto costo económico de mantener este trabajo invisible. En el caso de Perú, la creación de un Sistema Nacional de Cuidados podría suponer una inversión de entre el 0,8% y el 1,3% del PBI, una medida que contribuiría a reducir las brechas de género en el acceso al trabajo remunerado y en el cuidado de la primera infancia y adultos mayores.
Desafíos y propuestas en Perú
En abril de este año, la Comisión de la Mujer y Familia del Congreso archivó un dictamen que buscaba reconocer el trabajo de cuidados no remunerado, lo cual evidenció la falta de consenso político para avanzar en esta materia. En su lugar, el Congreso aprobó una versión limitada de esta iniciativa que reconoce sólo a quienes cuidan de familiares dependientes y les otorga beneficios mínimos.
El reto para el gobierno peruano radica en implementar políticas que reconozcan y retribuyan el trabajo de cuidados.
El trabajo no remunerado de cuidados representa una oportunidad para reactivar la economía, impulsar el empleo y reducir las desigualdades de género en Perú. La creación de un sistema integral que apoye y valore a quienes realizan estas labores podría convertirse en un pilar esencial para el desarrollo social y económico del país.