El fin de año es una etapa crucial para las empresas, no solo como cierre de un ciclo, sino también como una oportunidad estratégica para reforzar la cultura organizacional y el reconocimiento de sus colaboradores. Estas actividades permiten consolidar el sentido de pertenencia y motivación en los equipos, preparando a la organización para afrontar los desafíos del próximo año con una visión renovada.
De acuerdo con Giancarlo Ameghino, gerente de Gestión y Desarrollo Humano del Grupo Crosland, las actividades que se realizan en fechas conmemorativas permiten conectar emocionalmente a los colaboradores con la organización, fortaleciendo el sentido de pertenencia y el orgullo de ser parte de un equipo que valora sus aportes.
Más allá de su carácter festivo, representan un espacio para celebrar los logros colectivos y destacar los esfuerzos individuales que contribuyeron al éxito organizacional. “Un colaborador que se siente valorado es más comprometido y creativo, lo que se traduce en mejores resultados para la organización”, agrega.
Ameghino también revela algunas ventajas de este tipo de actividades:
– Incrementa la motivación y compromiso de los trabajadores
– Mejora en la confianza entre colaborador y empleador
– Impulsa las buenas relaciones entre los colaboradores
– Mejora de la reputación de la empresa
– Ayuda a la retención de talento
“Es importante diseñar actividades inclusivas que consideren las diversas necesidades y preferencias de los colaboradores. Esto asegura que todos puedan participar y sentirse parte de estas iniciativas, fortaleciendo los valores organizacionales como la diversidad, el respeto y la colaboración”, señala.
El rol de los líderes es fundamental en la planificación y ejecución de estas actividades. Ameghino resalta que los gerentes actúan como embajadores de los valores corporativos, motivando a sus equipos a participar activamente y reforzando el propósito de estas iniciativas. “Cuando los líderes están visiblemente comprometidos con las actividades de fin de año, inspiran a sus equipos y refuerzan la conexión entre las acciones realizadas y la visión estratégica de la empresa”, afirmó.
Finalmente, las actividades de fin de año representan una ocasión única para alinear a los equipos con los objetivos de la organización, cerrar ciclos con gratitud y comenzar un nuevo año con energía renovada. Como señala Ameghino, “estas acciones son una inversión estratégica para construir una cultura corporativa sólida, fomentar el compromiso y garantizar el éxito empresarial a largo plazo”.
Fuente: ANDINA