¿Son importantes los pastos naturales altoandinos para la ciudad de Lima? Es una pregunta aparentemente difícil de responder; sin embargo, la relación entre la vegetación altoandina y la ciudad de Lima es más cercana de lo que parece; empieza con las lluvias que caen sobre la hierba y el agua que se infiltra por el suelo para continuar su recorrido de manera subterránea, durante todo el año, hasta su afloramiento kilómetros más abajo de la cuenca. De no existir vegetación, el agua de las lluvias se perdería en cuestión de horas por escorrentía. Cuanta más vegetación natural, mejor regulación hídrica y, por tanto, mayor disponibilidad de agua para uso doméstico, agrícola o industrial.
Entonces, ¿cómo hacemos para recuperar la vegetación natural? La respuesta viene acompañada por un nuevo paradigma que cobra fuerza en el mundo: la infraestructura verde o infraestructura natural, que denomina así al conjunto de herramientas y tecnologías basadas en la naturaleza para dar soluciones a problemas ambientales, sociales y económicos. Esto quiere decir, usar las funciones naturales de los ecosistemas para resolver necesidades sociales diversas como, por ejemplo, alimentación, acceso al agua, saneamiento, salud y energía. Pero, ¿en realidad es rentable invertir en infraestructura verde?
Un estudio efectuado en el 2018 por Sedapal y el Banco Mundial, usando la aún poca información disponible y tomando como base la cartera de proyectos de infraestructura verde del Programa Sembramos Agua de Sedapal, concluyó que el rendimiento hídrico de los proyectos de recuperación de ecosistemas altoandinos en las cuencas de Lima para los próximos 15 años, y durante las épocas secas, sería del orden de 1,300 litros por segundo (l/s); de estos, 270 l/s llegarían directamente como un adicional a la ciudad, para ser consumido por la población.
Haciendo la inferencia, el potencial de aplicación de infraestructura verde en las cuencas de Lima sería del orden de 6.7 metros cúbicos por segundo (m3/s) en la zona alta y un mínimo de 1.4 m3/s en Lima Metropolitana.
El estudio nos brinda otro dado interesante, la rentabilidad económica de este tipo de proyectos nos dice que no hay diferencias sustantivas entre infraestructuras verdes y convencionales (fierro y cemento) por dólar invertido. El ratio beneficio/costo de los proyectos verdes está en el orden de 3 a 6 dólares por cada dólar de inversión. Adicionalmente, las infraestructuras verdes aportan beneficios sociales y ambientales.
Muchas organizaciones públicas y privadas, así como la cooperación internacional, vienen promoviendo este nuevo paradigma de sostenibilidad, por lo que debemos seguir creando y mejorando las condiciones para desarrollarlo en todo el país.
Fuente: EL PERUANO.