El “mapa del temor del empresario peruano” a cargo de Peru Top Publications revela las preocupaciones de los corporativos, de las cuales las primeras siete están enfocados en temas políticos.
Aunque al cierre del primer semestre del 2024, la confianza empresarial registra una mejora, aún está lejos de recuperar su promedio histórico (65 puntos). Según una reciente encuesta de Peru Top Publications, de los 10 principales temores que preocupan a los corporativos peruanos, siete están enfocados en temas políticos, los cuales contrastan con una retrospectiva de hace 10 años (2015) cuando cinco de los 10 temores eran de índole económico.
“Esto significa que los empresarios no pueden concentrar su enfoque en las cosas importantes para el desarrollo de sus compañías. Hace 10 años, habían temas que estaban en el foco de prioridades como desarrollo, innovación y todo lo interno de la empresa”, explicó a este medio, José Lumbreras, gerente de Investigación y Desarrollo de la compañía de análisis de empresas.
En los temores del top 10 del ranking 2015, figuraban preocupaciones como contrabando, Sunat, informalidad, morosidad y falta de apoyo de la banca. En 1998, cuando se realizó el primer estudio, los temas que despertaban alarmas en el empresariado estaban aún más vinculados al aspecto económico (8 de cada 10) como Sunat, competencia extranjera, iliquidez, recesión.
Ahora, en 2024, los 10 principales temores que frenan la economía presentan una combinación preocupante, donde la delincuencia ocupa el primer lugar, le sigue la corrupción, inestabilidad política, recesión y la aparición en el top 5 como el temor al rol del Congreso.
Sobrecostos por delincuencia
“Hace 10 años, la delincuencia pasó al primer lugar de todos los temores y a la fecha se ha mantenido.. ¿Cómo afecta? Las empresas tienen que gastar más dinero en vigilancia y seguridad en lugar de destinarla a otras cosas prioritarias como innovación o mejoras salariales”, apuntó Lumbreras.
De acuerdo a reportes de la Policía Nacional del Perú (PNP), las denuncias ante casos de extorsión se multiplicaron por seis en los últimos cinco años. En 2019 se registraron 2,618 denuncias, en 2022 escaló a 11,224, mientras que en 2023 llegó a 17,246 denuncias, es decir, un crecimiento de 34.9%.
Según el anuario estadístico policial del 2023, la sección correspondiente a criminalidad señala que el 51% de los casos acerca de pericias solicitadas y realizadas corresponde al delito contra el patrimonio (16,931 casos en el año).
Otro temor que preocupa al sector empresarial es la recesión, luego de que al cierre del 2023, la economía peruana registrara su peor resultado en el PBI (-0,6%). “La recesión vuelve a ser un problema después de 20 años. Hace dos décadas (2004), no era un tema del ranking de temores”, acotó.
Así como la delincuencia es un fuerte desincentivo para el empresariado local a la hora de evaluar el desembolso de inversiones o llevar a cabo distintos planes de negocio, la corrupción resulta un perjuicio equivalente.
En el 2023, la Contraloría reveló que el país perdió más de S/24,268 millones debido a la corrupción enquistada en el gasto público, como sucede con las contrataciones de obras públicas y la sobrevaloración de costos reportados, así como también las inversiones por parte del propio Estado, señala Perú TOP Publications.
“El mayor daño corresponde a las inversiones que el Estado ejecuta, y donde se estimó que la corrupción significó una suma de S/8,963 millones solo en 2023″, consigna el reporte.
La inestabilidad política se ubica en el tercer lugar de los temores empresariales 2024, un espectro de impacto negativo en todas las actividades de desarrollo de un país, sobre todo porque se vive en constante incertidumbre de cuánto va a durar en su cargo tanto la actual presidenta.
“Es ilustrativo resumir el pasado reciente de cinco presidentes en Palacio de Gobierno desde la pandemia del año 2020, y seis presidentes si ampliamos el plazo hasta el 2018, lo cual genera incertidumbre para las inversiones, la paralización de procesos en obras públicas e infraestructura”, refiere.
Además, la posible salida del Perú de los organismos internacionales vinculados con tratados de justicia y derechos humanos coloca al Perú en posiciones muy frágiles ante la comunidad internacional y disminuye sus aspiraciones para pertenecer a la OCDE.
En la lista, también aparecen temores como el terrorismo, la inflación, falta de inversión local, leyes laborales (vinculado a la inestabilidad jurídica), pérdida de la democracia, la cual también puede interpretarse como pérdida de la autonomía de las instituciones ante el poder político, de acuerdo con TPT.
Freno de ingresos
Lumbreras observa que una consecuencia de estos lastres es que hay un freno que no se está atacando, lo cual se ve reflejado en el nivel de ingresos de las empresas en el Perú. “El top histórico de ingresos ha sido de Petroperú y Refinería La Pampilla de US$5,000 millones en el segundo gobierno de Alan García; de ese record, no se supera”, subraya.
De acuerdo con el experto, si bien el ranking se realiza de manera anual, lo que marca la tendencia es que no se espera un gran cambio de los tres principales temores (delincuencia, corrupción e inestabilidad política ) de cara a los próximos dos años (2026).
Fuente: GESTIÓN
