Standard & Poor ́s (S&P) mantuvo en estable la perspectiva de la calificación crediticia de Unacem, la cementera más grande del país – con el 47% de la cuota de mercado- la que refleja “en su opinión” que la empresa continuará “desapalancando en los próximos 12 meses debido al continuo crecimiento de los ingresos brutos y del EBITDA, junto con las limitadas necesidades de financiamiento”.
S&P dice -en su último reporte- que la creciente demanda por cemento en los mercados claves de Unacem sumado a la prudencia en sus políticas financieras, han permitido que las métricas crediticias de la empresa se recuperen rápidamente a niveles prepandémicos.
“Gracias a una demanda de cemento mayor a la esperada, las ventas y el EBITDA de la compañía se han recuperado desde el segundo trimestre de 2020. Esto, junto con una gestión eficiente del capital de trabajo y un capital relativamente bajo, los gastos y la distribución de dividendos, han hecho que las métricas crediticias claves de Unacem mejoren”, apuntó.
-Hitos claves-
El reporte agregó que el crecimiento de los ingresos -en dos dígitos durante el cuarto trimestre de 2020 y el primer trimestre de 2021- casi ha borró la contracción en 51% registrado en el segundo trimestre de 2020.
“Esperamos que la demanda de cemento se mantenga sólida gracias al aumento de la vivienda informal en América Latina y al repunte de la construcción en Estados Unidos”, explicó.
Añadió que el volumen de ventas de cemento ha superado los niveles prepandémicos en 2021 en la mayoría de mercados de Unacem. Por ejemplo, en el mercado más grande -que es el peruano- los despachos de cemento durante los primeros cinco meses de este año han estado alrededor de un 20% por encima del promedio registrado entre el 2017 y el 2019.
“Estimamos que las ventas de concreto, agregados y otros materiales de construcción se recuperarán ritmo más lento y podría alcanzar niveles prepandémicos para fines de 2021′′, apuntó S&P.
La clasificadora de riesgos consideró que Unacem está bien posicionada para continuar satisfaciendo la creciente demanda, dado que las tasas de utilización en sus plantas más grandes ha sido del 55% a 60% en los últimos 12 meses.
“Durante el 2020, las ventas de Unacem en Perú representaron cerca del 65% del total de producción, seguidos por los de Estados Unidos (17%), Ecuador (12%), Chile (6%) y Colombia (menos que 1%)”, mencionó.
-Riesgos políticos-
El reporte de S&P subrayó que a pesar de los fundamentos favorables de la industria, el principal riesgo de la cementera son las decisiones políticas que se tomen en el mercado peruano a largo plazo.
“Aunque esperamos que la demanda de materiales de construcción se mantenga fuerte en los próximos trimestres en Perú, la victoria electoral del señor Castillo podría representar un cambio importante con respecto a la actual modelo económico”, remarcó.
S&P recordó que durante la campaña presidencial, el candidato Castillo -que aún no es proclamado por el JNE, la máxima autoridad electoral de Perú- a propuso varias reformas, como un potencial expansión del papel del Estado en la economía e introducción de medidas proteccionistas, buscando aumentar los ingresos fiscales de las empresas extranjeras.
“Incluso si algunas de estas propuestas no son aprobadas por el Congreso dividido, existe el riesgo de que la trayectoria de inversión del país en sectores clave sea debilitada y debilite la demanda de cemento y hormigón”, sotuvo.
Sin embargo -anotó- que dada la combinación de ingresos de Unacem en Perú, donde alrededor del 75% de las ventas provienen de cemento en sacos, que generalmente se consume para actividad de construcción, se esperaría cierta resiliencia en los despachos de cemento de Unacem.
-Flujos de caja-
El reporte de S&P proyectó que los flujos de caja se mantengan sólidos y que ninguna adquisición o expansión importante durante los próximos 12 meses deberían continuar reducir el apalancamiento neto.
“Esperamos que Unacem mantenga su compromiso de reducir el apalancamiento en los próximos 12 meses, aunque las oportunidades de fusiones y adquisiciones podrían retrasar esta tendencia si surge una perspectiva factible. No obstante, no esperamos grandes adquisiciones a corto plazo”, puntualizó.
La última adquisición de la cementera ocurrió en diciembre del 2020 cuando adquirió el 100% de Cementos La Unión S.A. por US$ 23 millones, lo que tuvo poco efecto en el apalancamiento de la empresa. La compra incluyó -como se recuerda- una planta de molienda de cemento en Chile con una capacidad instalada de aproximadamente 300,000 toneladas por año y premezclado.
Fuente: GESTIÓN.