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La innegable presencia de numerosos edificios residenciales se ha convertido en una clara muestra del boom inmobiliario que desde hace algunos años se vive en la capital peruana.
Pero, tratándose de una historia que se repite en muchos distritos, y que tiene a Miraflores como protagonista debido a que alberga la mayor cantidad de proyectos inmobiliarios en la actualidad, ¿cuál es el aporte que este tipo de inversiones hace al desarrollo de la ciudad donde se ubican? En realidad, ¿generan algún tipo de valor a la ciudad?
Según Pepe Palma, director general de Illusione, empresa que se ha especializado en el mercado miraflorino, los proyectos inmobiliarios deberían generar valor en favor de la comunidad a través de propuestas arquitectónicas con características modernas y sostenibles que le brinden –además– “una personalidad auténtica al barrio donde se ubique”.
¿Cómo? Según Palma, los edificios deberían combinar diseños originales y materiales artesanales que ofrezcan como resultado una identidad única que se transmita al resto de su entorno.
Asegura que para ello es importante tener en cuenta el empleo de materiales artesanales y sostenibles como el cemento pulido o expuesto, que no necesita mantenimiento ni pintura, así como algunos acabados en cuarzo, el terrazo en suelos internos, o los bricks y cerámicos hechos a mano.
“De esa manera, los materiales formarán parte de una propuesta artística integral que ofrece texturas y sensaciones únicas al público, y complementarlas con diversos tipos de plantas en paredes exteriores y balcones significaría un respiro natural en la composición del proyecto”, indica.
Según refiere, como una muestra del valor que pueden proveer las empresas inmobiliarias, sus proyectos Francia 510 y Borgoño 1178, ambos en Miraflores, han priorizado la integración de lo externo con lo interno desde el ingreso del edificio, ofreciendo espacios amplios para fomentar un mejor tránsito y un impacto visual más amigable.
Bajo esa misma consideración, sostiene que también resulta importante brindar una seguridad visualmente agradable. Para lograr ese aporte, menciona que se debe evitar la instalación de cercos eléctricos en el perímetro de la propiedad, ya que eso le restaría a la propuesta estética del diseño en el edificio.
Lima top
Y, debido a que desde su punto de vista, el boom inmobiliario en los distritos top de Lima, como Barranco, Miraflores, San Borja, San Isidro y Santiago de Surco, representa una oportunidad perfecta para que los proyectos innoven en su forma de aportar a la comunidad que los acoge, también sumarán en dicha tarea a sus residentes.
Explica que para formar parte activa de la ciudad, integrarán a los nuevos vecinos de sus proyectos con los puntos comerciales y de entretenimiento que exista en los alrededores del barrio, al cual –dice– siempre buscarán “repotenciar a partir de propuestas inmobiliarias innovadoras”.
Visión compartida
Para continuar en la búsqueda de ese objetivo, a inicios de año, Illusione estableció una alianza con la firma Leonmarcial Arquitectos, un estudio que –al igual que la inmobiliaria– también se caracteriza por buscar que se tome conciencia sobre la importancia de la arquitectura para la sociedad.
“Con Leonmarcial no solo estamos alineados en el diseño de nuestros edificios, sino también en el propósito de hacer ciudad”, afirma Palma y como una muestra de esa visión conjunta menciona que en su proyecto Bolognesi 351, también en Miraflores, “volverán a los básicos urbanos con materiales atemporales y locales”.
Mientras que en su proyecto Retiro 125, además de introducir elementos peruanos mediante el uso del cobre en las barandas y del patrimonio textil en el diseño del edificio, Illusione y Leonmarcial también apuntan a lograr un diseño atemporal que aporte en el barrio en el que se inserta.
Adicionalmente, este proyecto se distinguirá por contar la certificación Excelencia en Diseño para Mayores Eficiencias (EDGE, por sus siglas en inglés), lo que califica a Retiro 125 como una construcción sostenible debido a que el diseño del edificio proyecta ahorros en energía (entre 24% y 31%), agua (55%) y energías incorporadas (entre 37% y 40%).
“Todo eso es gracias a tecnologías como paneles solares, griferías con ahorro de agua, luces LED, entre otros”, señala.
Así las cosas, para Palma lo que viene haciendo Illusione se convierte en una clara muestra de que “el sector inmobiliario sigue enfocando sus esfuerzos en adaptarse y ofrecer al público espacios a la medida de sus necesidades actuales y futuras”.
Fuente: GESTIÓN.
