Este año, el premio RIBA 2018 seleccionó a cuatro finalistas de una larga lista de 20 proyectos en 16 países. El jurado, presidido por la arquitecta Elizabeth Diller, dio ayer su veredicto: “Pueblo infantil”, de los arquitectos brasileños Aleph Zero y Rosenbaum, obtuvo el galardón a mejor edificio nuevo de este año.
El objetivo de este premio es encontrar el edificio «más inspirador y significativo”. Los criterios a considerar incluyen la demostración de excelencia en el diseño, ambición arquitectónica e impacto social significativo. Y “Pueblo infantil” cumple con esos requisitos.
“El edificio está construido con recursos y técnicas locales. Los bloques de tierra hechos a mano en el sitio se utilizaron para construir las paredes y celosías, elegidas por sus propiedades térmicas, técnicas y estéticas”, dice la descripción del proyecto, que además destaca su estética contemporánea.
Ubicada al norte de Brasil, en plena selva tropical, esta escuela ofrece alojamiento para 540 niños. Al ser ambientalmente sostenible, genera fuertes conexiones con su entorno y con la comunidad a la que sirve. Por tal motivo se reconoce su visión al imaginar la arquitectura como una herramienta para la transformación social.
“Nos sentimos profundamente honrados de que se nos haya concedido el Premio Internacional RIBA. Este premio fortalece nuestra comprensión de la arquitectura como un medio que trasciende la construcción y crea una conexión profunda entre los jóvenes”, comentaron Gustavo Utrabo y Pedro Duschenes, directores de Aleph Zero.
El Premio Internacional RIBA se elige entre cientos de edificios que son visitados por un grupo de expertos internacionales, quienes los evalúan minuciosamente. Se entrega cada dos años y, en su primera edición, fue premiado el edificio universitario UTEC en Lima, Perú, descrito como un «Machu Picchu moderno».
Fuente: EL COMERCIO.
