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La inversión pública en el Perú inicia el año en positivo. En enero último, este indicador experimentó un crecimiento de 136.9%, respecto similar mes del 2023, alcanzando una ejecución de más de S/ 2,159 millones, según Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
El repunte, explicado principalmente por el aumento en el gasto de los Gobiernos Regionales y Locales, da luces de una mejora en la curva de aprendizaje de las nuevas autoridades que tomaron cargo el año pasado.
Gobiernos locales y regionales
Los gobiernos locales lideraron el crecimiento, registrando un gasto de S/ 389.8 millones. Este monto representa un incremento del 384.4% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este impulso local destaca la importancia del aprendizaje en el primer año de gestión para el desarrollo sostenible de las comunidades.
Cabe recordar que el año pasado, la inversión de las municipalidades cerró con una caída de 11% (se devengó en total S/ 17,988.4 millones en 2023). Además, acumuló seis meses de contracción continua, hasta que finalmente en enero de este año se revirtió la tendencia.
Un escenario similar se repitió en el 2020. En enero de ese periodo, la inversión pública de las municipalidades creció 824.8%, año en que las autoridades de ese momento entraban a su segundo año de gestión. Y, en enero de 2016, la expansión fue de 186.6%.
Los gobiernos regionales también contribuyeron significativamente al aumento general, alcanzando un crecimiento del 243.6%. La inversión regional ascendió a S/ 356 millones. A diferencia de los distritos, las regiones tuvieron un mejor desempeño el año pasado, pues desde septiembre del 2023 crecen continuamente, y acelerándose.
Gobierno nacional
En el Gobierno nacional, principalmente formado por ministerios, la inversión pública experimentó un crecimiento del 94.3%, totalizando una ejecución de S/ 1,413.5 millones el primer mes. El año pasado, la ejecución de este nivel de gobierno cerró con un crecimiento de 26.3%.
Este impulso puede tener efectos positivos en varios sectores, generando empleo, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos y fomentando un ambiente propicio para la inversión privada. Además, es necesario asegurar que estas inversiones estén alineadas con objetivos a largo plazo, como la reducción de la brecha de infraestructura y la promoción de la inversión privada, que fue duramente golpeada durante el 2023.
Fuente: GESTIÓN
