La baja moral, la alta rotación de personal, el ausentismo y la disminución del rendimiento solo son algunas de las consecuencias negativas que pueden surgir cuando los empleados están descontentos en su trabajo.
En el mundo laboral actual, el desgaste emocional se erige en un enemigo silencioso que socava la vitalidad y felicidad de los trabajadores. En su incesante búsqueda de productividad y rendimiento, los colaboradores se encuentran atrapados en un ciclo agotador de estrés, presión y ansiedad.
Este ritmo arduo en un entorno cada vez más competitivo y demandante conduce a un preocupante aumento de la infelicidad en el trabajo, el cual no solo afecta la salud mental y física de los empleados, sino también la capacidad de mantener un equilibrio entre lo profesional y personal.
Según una encuesta realizada por BUK, el 86% de los colaboradores peruanos manifiestan una alta preocupación por el bienestar en la empresa, y están profundamente comprometidos con la búsqueda del bienestar en sus lugares de trabajo.
Esta cifra refleja una creciente conciencia y prioridad entre los empleados sobre la importancia de un entorno laboral que promueva su salud mental y emocional.
“La felicidad en el trabajo ya no solo es una aspiración, sino un componente esencial en la gestión de la empresa. El desgaste emocional no conoce fronteras, afectando a personas de todos los niveles y sectores laborales. La constante presión por cumplir plazos ajustados, alcanzar objetivos ambiciosos y lidiar con demandas crecientes deja a los trabajadores exhaustos física, mental y emocionalmente, socavando su bienestar integral y capacidad de rendimiento”, expresó Giancarlo Ameghino, Gerente de Gestión y Desarrollo del Grupo Crosland.
La baja moral, la alta rotación de personal, el ausentismo y la disminución del rendimiento solo son algunas de las consecuencias negativas que pueden surgir cuando los empleados están descontentos en su trabajo. Para abordar esta preocupante tendencia, es fundamental que las organizaciones reconozcan la importancia de crear un entorno laboral saludable y apoyar el bienestar emocional de sus empleados.
En ese sentido, Ameghino sugiere cinco prácticas clave para promover el equilibrio entre trabajo y vida personal, fomentando así la felicidad en el entorno laboral:
- Flexibilidad laboral: Es un conjunto de prácticas que permiten el equilibrio entre la eficiencia de la organización y el bienestar de los empleados. Con ello, se mejora la satisfacción, la productividad de forma integral.
- Cultura saludable: Crear un entorno donde se priorice el bienestar físico, mental y emocional de los empleados, lo cual puede llevar a un grado de satisfacción laboral, productividad y retención del personal.
- Fomentar una comunicación abierta: Mantener una comunicación sincera y transparente en las opiniones y decisiones de los trabajadores resultará fundamental para que exista buen clima laboral.
- Generar confianza: La confianza es un elemento clave para el éxito de la organización, aumentando la productividad y alcanzado sus objetivos propuestos.
- Fomentar el trabajo en equipo: El trabajo en equipo ofrece oportunidades para aprender nuevos conocimientos y habilidades. Esto facilita que todos los miembros estén alienados con los objetivos y la visión de la empresa, creando un entorno de trabajo más positivo y productivo.
Fuente: GESTIÓN