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El próximo año ingresarán las nuevas autoridades municipales y regionales elegidas en las últimas elecciones del 2 de octubre. Parte de la “herencia” que recibirán son los proyectos de inversión encaminados o priorizados que no lograrán ser culminados al cierre de este año.
En este escenario, Gestión analizó las obras que recibirán los nuevos gobernadores de siete regiones del sur: Apurímac, Arequipa, Cusco, Madre de Dios, Moquegua, Puno y Tacna.
Quienes ocuparán el cargo en estas regiones son los partidos: Partido Frente de la Esperanza 2021 (Apurímac); Yo Arequipa (Arequipa); Avanza País (Madre de Dios); Reforma y honradez por más obras (Puno); y Movimiento Independiente Regional Fuerza Tacna (Tacna); de acuerdo a la información de la ONPE. Mientras que en Cusco y Moquegua está pendiente una segunda vuelta.
¿Qué muestran las cifras? Se consideraron 49 proyectos activos que registran un costo por encima de S/ 100 millones (costo actualizado de la obra a hoy según el Invierte.pe). De estos, 32 lograron un avance por debajo del 50% (en toda la vida del proyecto, al 12 de octubre), según data de Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Los proyectos
De las obras que caminan lento (32), se “resaltan” seis que a la fecha registran un avance de alrededor de 0% (ver tabla).
Como ejemplo, se puede tomar el proyecto Mejoramiento del servicio de transitabilidad vehicular de la carretera departamental CU-119 Tramo I, en Cusco, que tiene un costo de S/ 383.9 millones pero que no despega. La fecha de registro de esta obra fue mayo del 2021. De hecho, para este año se le asignó un presupuesto de S/ 585,997, y ya se devengó S/ 476,831. Pero, respecto al costo total, esta ejecución representa apenas el 0.1%.
Si dividimos el grupo de proyectos analizado (las 49 obras) por regiones, para Cusco se consideraron 19 proyectos de inversión por encima de S/ 100 millones cada uno; pero en 12 de ellos, se registra un avance menor a la mitad de su costo.
En segundo lugar está Arequipa, con 12 proyectos considerados. En ocho de ellos, el avance también es limitado. Uno de los incluidos aquí es Majes Siguas – II Etapa, que registra un costo de S/ 2,431.4 millones, y a la fecha tiene una inversión de S/ 711.6 millones. Sobre esta obra de irrigación, si bien el gobierno marcó setiembre como el mes de partida -tras idas y vueltas por más de tres años-, la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema), en su momento, precisó que el inicio de ejecución de las mismas tardarían entre tres y cuatro meses más (diciembre) por la actualización del plan de trabajo y la entrega de terrenos pendientes.
Le siguen Puno (con cuatro de sus seis proyectos con avance lento), Moquegua (tres de cinco), Tacna (dos de cuatro), Apurímac (uno de dos) y Madre de Dios (su único proyecto de más de S/ 100 millones, tiene un avance de solo 7%).
La “herencia” y los nuevos
Daniela Leguía, economista del Consejo Privado de Competitividad (CPC), explicó que los nuevos gobernadores “heredarán” las obras porque dentro del sistema de inversión pública, Invierte.pe, el foco es la continuidad de las inversiones (Plan Multianual de Inversiones – PMI).
El Estado menciona que: “La programación multianual de inversiones (PMI) tiene como objetivo lograr la vinculación entre el planeamiento estratégico y el proceso presupuestario mediante la elaboración y selección de una cartera de inversiones orientada al cierre de brechas prioritarias, ajustada a los objetivos y metas de desarrollo nacional, sectorial o territorial”.
Sin embargo, se ha vuelto una práctica que las autoridades -no solo regionales, sino a nivel nacional- dejen de lado los proyectos que vienen de años anteriores para colocar su propia cartera.
“Cada año se incluyen nuevos proyectos en el presupuesto adicionales a los previstos en las leyes anuales de presupuesto, sobrepasando las capacidades de gestión de las entidades. Según un estudio de Shack y Rivera (2022), en promedio, en los últimos cinco años, se aprobaron cerca de 8,000 proyectos a través de las leyes anuales de presupuesto, es decir, contaban con PIA, pero se terminaron ejecutando alrededor de 45,000 proyectos. Así, durante la ejecución se incluyeron en el presupuesto alrededor de cinco veces la cantidad de los proyectos aprobados inicialmente”, refirió Leguía.
La economista agregó que esta situación, que muestra la ineficiencia en la gestión de inversiones, se agudizaría en 2023 pues será el primer año de las nuevas autoridades y los recursos para inversión de los gobiernos locales crecerían de manera significativa. “De hecho, cada inicio de gestión se caracteriza por una ralentización en las inversiones por el costo de aprendizaje y por el incremento de los proyectos de las nuevas autoridades”, puntualizó.
Fuente: GESTIÓN.
